sábado, 12 de abril de 2008

a Gilda (la casa del hombre del sonido)

Detrás del río en Lanús
pasando puentes con agujeros
curtiembres cerradas sin luz
y calles de sed sin viajeros

Brillan anteojos
en Villa Diamante
Se oye una voz
profunda y errante

Que encierra el misterio:
una mujer hecha de notas
de música, cuerdas finas
de venas y costillas rotas

Mezcla de mujer y sonido
avanza torciendo su boca
apenas audible, un silbido
entre mesas gentes y copas

Y yo distraído y atento
acerco mi oído tapado
Le escucho, decido muy lento
el juego fatal y vedado

de entrar con una mentira
de jugar a estar enrredado
de tener su piel en la mia
y sentir como enamorado

Porque la Navidad dura un dia
Y el fin de año otro tanto
de magia a ausencia fue Gilda
y su alma a seguir navegando

Pero un loco diamante no pasa
de brillar a quedar en olvido
porque vive en mi vaso, en su casa
la casa del hombre del sonido.

2 comentarios:

cleg dijo...

no es muy buena realmente

Anónimo dijo...

a mi me gusta...