domingo, 23 de diciembre de 2007

Y sin saber por qué

Dicen que al irse dejó un implante dental en la mesa de luz. Se sabía que él ya no la soportaba más a ella ni a su padre con quien trabajaba. Y que hacía tiempo andaba con la idea de dejar Bahía Blanca, ciudad de pocos atractivos, para volver a Buenos Aires. Pero no tuvo el coraje de decirle a ella lo que le pasaba. Simplemente, un día cargó su ropa, sus discos, los regalos de casamiento que habían hecho los parientes de él, el auto de su suegro y se fué a la Terminal de omnibus para volver a Avellaneda. Así, sin mas, Sergio terminó su matrimonio y sus tres años en la ciudad blanca de camiones y puertos.

Si dejó el implante dental en realidad no se sabe, es mas bien una leyenda aportada no sin cierta malicia. Viene del conocido hecho de que Sergio sufre desmayos por presión baja, y en una oportunidad cayó de boca al suelo y se rompió la dentadura. Al día siguiente de reconstruida su boca, llegó a su casa, fue al baño antes de ir a dormir, y cayó nuevamente girando sobre su eje en un movimiento simil planetario describiendo una órbita elíptica en dirección descendente directo hacia el vidét. Sus dientes nuevos ya estaban en el olvido, dejando un agujero negro y mucha sangre alrededor.

Tal vez nunca más vayamos a saber algo de Sergio, probablemente un cobarde que no supo decirle a su mujer que ya no quería seguir con ella (quienes conocen a Karina rápidamente comprenderían el por qué). O quizás un valiente que luchó contra sus impulsos asesinos y la huida fue el único modo de evitar una masacre, propia de quienes callan y soportan tanto tiempo ciertas humillaciones. En todo caso, se han salvado al menos dos vidas.

lunes, 19 de noviembre de 2007


Desde la estacion espacial Suburb XII, Tissú contemplaba la imagen que Kepler había soñado mucho tiempo antes, la Tierra vista a lo lejos como una esfera celeste rodeada de un círculo de luz, pequeña como una pelotita de tennis, aislada en la oscuridad total. Mientras se afeitaba tratando que la gillette no se le escapara flotando, pensaba en por qué siempre había soñado estar ahi. La estacion contaba solamente con una persona a bordo, y cada tres meses llegaba un reemplazo. Tres meses en el espacio, tres meses en la Tierra, y así iba rotando. La primera estadía había sido emocionante, cada cosa era un acontecimiento, cada visión nueva era sorprendente. Pero ahora Tissú sabía que era hora de cambiar. Llevaba así tres años.

Fue en el momento en que la gillette se le escapó de las manos que sin querer presionó un botón con un movimiento torpe y distraído. Presionar el botón en sí no tenía consecuencias, pero en su vorágine de torpeza para desactivarlo movió una perilla, que tampoco era relevante si no fuera que en el atropello pulsó otras palancas y botones que sí tenían cierta importancia en el funcionamiento de las compuertas. Al abrirse la compuerta impensadamente, Tissú salió al espacio exterior con su traje de astronauta pero sin el lazo que lo pudiese unir a la estación. Rápidamente se colocó el casco de vidrio. Había dejado la Suburb XII para siempre.

La sensación de no tener absolutamente ninguna atadura, de estar totalmente aislado de todo lo demás resultaba peligrosa a Tissú. Sabía que iba a morir, pero como todo astronauta en cierta forma estaba preparado para asurmirlo y no le asustaba. Tarde o temprano la muerte le alcanzaría. Le preocupaba en realidad saber si terminaría como un spaguetti contra un agujero negro, si viajaria nomás por el espacio unos kilómetros desintegrándose rápidamente, o si se vería atraído a algun cuerpo celeste cercano y chocaría con él. Recordó un cuento de Ray Bradbury, pero sabía que su estela no se vería desde la Tierra y no habría estrella fugaz para pedir deseos. Es más, en la Central se enfadarían demasiado cuando encontrasen la estación Suburb XII vacía y la compuerta abierta. Pero ahora no era momento de pensar en obligaciones incumplidas. Sólo quería saber en qué pensar sus últimos segundos.

Y como un destello nunca visto por ningún ojo humano, Tissú se desintegró en millones de moléculas que llenaron un poco la ausencia de materia del espacio exterior. Sus distintos átomos y partículas formaron una nube que avanzaba en forma despareja hacia un pequeño asteoide que ejercía cierta atracción gravitatoria. Una a una sus moléculas cayeron sobre el suelo, mezcladas con lluvia de estrellas. Algunas cayeron sobre un agua verde y espesa que ocupaba parte de esa superficie. Llevaría solo algunos millones de años luz para que se generase allí una nueva forma de vida.


domingo, 11 de noviembre de 2007

Lost

Solo quedan tres de los doce guionistas de la serie. Hordas de personas con antorchas han recorrido cada rincón del planeta para asesinarlos uno por uno. Muchas veces han fallado en sus disparos letales y los guionistas han agonizado horas antes de morir. Esto permitió que pudieran decir como un rompecabezas sus ideas sobre la próxima temporada. Pero se sabe que para continuar la serie son necesario los doce guionistas ya que cada uno cuenta con una parte del guión en sus mentes. Ahora tal vez la causa esté perdida. Pero todo ha sido difícil de controlar. La población no solo ha estado leyendo la Biblia como hace siglos que no se veía sino que también ha estado investigando vagamente sobre viajes a través del espacio tiempo y sobre dimensiones desconocidas. Sus investigaciones han sido bastante rudimentarias y al no comprender sobre física han tratado de interpretar mas que nada a la Biblia. Hay distintos grupos, de acuerdo a cómo interpretaron el libro sagrado. Los foristas se fueron agrupando en tres grupos distintos. Han dejado sus trabajos y viven de sus ahorros porque piensan que van por algo más grande. Un grupo cree que tienen que acabar con todos los guionistas de Lost para salvar al mundo, que la serie no debe continuar y que la isla representa el planeta Tierra que debe ser salvado. Otro grupo está contra esa idea y cree que para salvar a la humanidad la única opción es dejar que los guionistas culminen Lost ya que en el final de la séptima temporada reside la verdad, y tratan desesperadamente de salvar a los tres guionistas que quedan, y de descifrar lo que han dejado dicho los guinistas muertos. Se han librado batallas en distintas ciudades entre ambos bandos de foristas, el saldo ya es de centenas de muertos. Hay un tercer bando que mantiene un bajo perfil, que pocas veces se muestra y que se cree que es poca gente. Hay distintas teorías sobre quienes pertenecen a este bando, ya que solamente hacen apariciones en público para decir cosas enigmáticas. Su última declaración ha sido "la escalera de Jacob necesita de cinco mil voltios, ustedes electrodos sois quienes nos llevarán a la verdad". Cientos de lectores de los foros se suicidan luego de cada declaración del tercer grupo, según las interpretaciones que le dan, y porque extrañan enormemente la serie. Por ahora no se sabe si habrá cuarta temporada de Lost.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Ceteris Paribus

Él trataba de recordar cómo era la expresión en latin, pero no podía. No era asunto para un caballo blanco tampoco, pero quería recordarlo. Era la expresión que hablaba de mantener constante todas las variables menos una, para analizar esa. De tratar de aislarse del resto de las cosas para resolver de a una.

Tratando de olvidar que no tenía nada para olvidar ultimamente, en un bar, una pequeña sorpresa. Un regalo simple. Una cerveza gratis, la segunda. Ser cliente de un bar tiene sus privilegios, pensó, sobre todo por el gesto que lo hizo sentir acompañado. Y en estado de neblina una chica se acercó. Te conozco, le dijo, mirandolo con ojos celestes familiares pero pelo rubio de película clase B. De algún lado te conozco, repitió ella con ojos de esperar respuesta, de saber y esperar ser recordada. Pasaron unos minutos, unas palabras, un poco de revoloteo de bar y de personas. Y él finalmente recordó. "Ya me acordé. Una vez nos acostamos" le dijo.

La cerveza estaba fría y la sensación era agradable, la de primero tomar y después pensar que estaba rica, cuando ya quedaba solo el resabio en algun lugar del paladar. Pero las burbujas encerraban algo, algo así como una habitación sin puertas en la que él estaba sin poder salir. La espuma era una maraña de burbujas que se deshacían y volvían a aparecer continuamente. Y de repente dos burbujas que chocaron no se rompieron. Y de a poco todas fueron quedando separadas, redondas, quietas, medibles. Todas menos una que llamaba su atención, la que contenía el cuarto y a él mismo. Y ahí sintió que había comprendido. No mas espuma. Ceteris paribus. Esas eran las palabras en latin. Si pudiera mantener todo constante para cambiar eso sin que el resto moleste, si que todo se entremezcle, sin tener que ser un experto nadador de la espuma blanca. Ceteris paribus, rezó para sí. Dejó el vaso vacío, y salió hacia la calle en dirección hacia su casa, contento de irse solo, y de haber recordado.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Venado Tuerto

La llovizna mojaba el pavimento y un camión volcado sobre el guardarail no auguraba una tarde muy afortunada. Hacia el costado el verde intenso húmedo del campo todavía pasaba por mis pupilas aunque ya había dejado el campo atrás y me estaba adentrando en zona urbana nuevamente. Pero es como si hubiera grabado la imagen movida, corrida, del pasto al costado del camino y más allá y la estuviera pasando una y otra vez. Curiosamente no se veían vacas; cada vez hay menos. Y la ruta sin vacas es menos llevadera, menos acompañada. Se potencia la soledad sin ellas. La soja no es lo mismo.
Y asi los kilómetros vacíos matando una distancia tangible pero dejando viva a la gran distancia que hay entre una vaca amiga y China con soja argentina.
Sin mucho mas para decir de un dia gris y un viaje entre nieblas.

miércoles, 22 de agosto de 2007

El resultado del amor

He cometido el peor de los errores que puede cometer un hombre. Le he dado otra oportunidad a Subiela.

lunes, 13 de agosto de 2007

dientevela

Un diente se cae y sueña que muchos dientes se caen. En el sueño los dientes se arrojan desde un balcón a un precipicio y caen sobre un auto y golpean en la chapa y se dobla la chapa y hacen ruido a muerto. En el camino de vuelo los dientes no sienten nada pero sienten vacío y vértigo al mismo tiempo, y como si fuera un conducto surcan el aire sin tener real consciencia de que es el final. Y el diente que sueña no cae. Solo se queda pensando en cómo sería caer, pero sólo lo haría con un paracaídas para poder abrirlo unos segundos antes de tocar el piso. Y se sorprende, de ver como el viento es tan facilmente atravesable. De como para sentir ese viento no es necesario caer tan tontamente al vacío. De si mismo, y piensa en sus raíces que han sufrido un tratamiento de conducto pero el diente sigue siendo el mismo. No se descascaró ni se pudrió, si bien no está blanco como al principio. Y corta.

lunes, 16 de julio de 2007

Guiso de lentitud

A veces un cuerpo va delante de su mente y su mente retrasa como un reloj averiado por el arena de una plaza de juegos, roto por el choque con una canilla en un lavado de manos, detenido en los años como la tapa de un disco de pink floyd. A veces solo retrasa segundos, y en esos segundos suceden muchas cosas importantes. Y la mente, que viene detrás del cuerpo, ya no llega a modificar el curso de las cosas y es un ay, es una maldición, es una angustia que se genera en la muñeca interna que lleva el reloj biológico. Difícil de sobrellevar para aquellos a quienes les pasa esto, entre los cuales yo me cuento.

En cuatro segundos pueden pasar varias cosas, imperceptibles en una primera mirada. Parece poco tiempo, pero no lo es. Basta mirar una aguja de un reloj durante ese lapso para darse cuenta de lo que estoy diciendo.

Cierta vez cronometré mi atraso mental en cuatro segundos. Las palabras ya habían sido expulsadas, torpemente. Las consecuencias no serían terribles. Los cuerpos celestes seguirían girando y girando sobre su eje. Los ejes seguirían girando sobre otros ejes. Pero otra vez el emisario del caos que llega a mi interior y se cuelga de una aguja de hueso y rie, y en sus dientes muestra la imagen de todo lo que pudo ser y no fue, de aquello que se perdió para siempre y fué a parar a la tierra de lo imposible a causa de ese desfasaje temporal.

No seguiré más. Es suficiente, y si no es comprensible se me deberá disculpar. No quiero entretenerme demasiado, estoy ocupado intentando arreglar mi reloj interno.

jueves, 28 de junio de 2007

Diario de Filmica (I)

Agosto 5.

Cómo entender qué significa todo, imposible, igual ya abandoné hace rato todo intento de comprensión. Hoy en el subte una mirada cómplice de un viejo con bufanda, gorro de lana y traje viejo y arrugado y gris. Si el traje era violeta hubiera estado segura y le contestaba pero nada es evidente y todas son señales sutiles. Así debe ser, supongo. Igual me acerqué y le pregunté la hora y me dijo cuando se me acercó que la información era muy importante y otras cosas que no escuché bien sobre el manejo de la información. Pero mientras hablaba el mentón se movía para arriba, eso es lo importante, hacia arriba.

martes, 26 de junio de 2007

...a nata rokar - 2002

En Retiro te vi
pero me viste primero
jugaste al encuentro
casual sin rodeos.

Serenidad y desparpajo
me dijiste que eras
y yo por lo bajo
te pedí que mintieras.

De día, difusa
de noche distante
y yo tan errante
soñé mi quimera

de duendes y flores
de noches enteras
mañanas felices
y tardes sinceras.

Erré el trazado
buscando un camino
de un mundo sin mapas
que ya no era mío

Entonces te fuiste
y bajaste de mi auto
riendo muy seria
dejando tu encanto.


Contaste la historia
de un mundo perdido
de perlas y barro
que está en el olvido

De duendes y ofrendas
tiradas al mar
De sogas y juegos
en un pastizal

De viajes y trenes
y frases tranquilas
visiones muy tristes
y tierras heridas

De eso y no más
es que estoy escribiendo
diciendo sin querer
que te sigo queriendo.


sábado, 16 de junio de 2007

Futurología peronista (II)

Cristina estaba en su despacho. En la mesa del escritorio, un pisa papeles amenazaba con levantar vuelo e incrustarse en sus lentes. Mas atras, la cabeza alada de Néstor sobrevolaba el cuarto. Cristina estaba mareada, esta vez quizás había sido demasiado.
El teléfono sonó. - Urgente, están listos, hay que ir ahora.

Cristina contestó que ya iba hacia allá, pero sabía que no era así, al menos hasta que todo dejara de girar un poco. Intentó levantarse y se acercó al cuadro de Néstor que colgaba en una pared. Movió con sus dedos el ojo de Néstor -el desviado- en el cuadro, y abrió una caja fuerte. Sacó un paquetito, y se lo puso en el bolsillo. Malditas pastillas de colores, pensó. Maldita prensa, maldito pueblo argentino. No soportaba más. Al ver la cabeza alada de Néstor, que no se iba a pesar de que la ventana estaba abierta, abrió el paquete de papel, sacó una pastilla roja opaca casi bordó, tomó un vaso y el agua fluyó nuevamente por su cuello tragando con un placer inconmensurable. Que esperen, todo puede esperar, tenía que consultar, tenía que consultar.

Isabel salió de su caja de cartón lentamente, como siempre cuando sentía pasos cerca. Cristina la tomó en su mano, mientras Isabel asomaba su cabeza. Daba gusto ver cómo abria los ojos lentamente y cómo súbitamente escondía las patas por debajo del caparazón. Isabel era un amor, era pura comprensión, y cada cuadradito en el caparazón de Isabel cambiaba de forma y tomaba relieve y se convertía de rombo en hexágono de hexágono en poligono y de polígono en círculo para volver de nuevo a ser un cuadrado centelleante.

Telefono. - Cristina, el emisario.

Golpean la puerta. Tratan de abrir. La llave está puesta. No hay riesgo. Diez minutos y ya.

Ahora las cabezas aladas de Nestor son varias y sobrevuelan todo el despacho, no dicen nada, mueven las alas que les salen de la nuca, son muchas, mueven la boca como si discursaran, todas al mismo tiempo en idénticos movimientos. Cristina sabe lo que le están diciendo aún sin escucharlas, y pronto tiene un dejabu y con su mano derecha le pega una cachetada fuerte a una cabeza alada y cae al piso. Desde el piso, ahora sí se lo escucha, argentinosh dice, argentinosh, cristina lo pisa con fuerza y se transforma en un enjambre de abejas que atacan se meten en las orejas llegan a la médula salen de sus ojos es horrible pero al mismo tiempo distante y placentero y los recuerdos de tenerlo dentro y odiarlo con tanto extraño sentimiento la reconforta.

Ya basta, lista para el encuentro, ya están las medidas a tomar en su cabeza, ya no hay nada mas que pensar. La crisis se resolverá pronto y zapatos nuevos.

viernes, 15 de junio de 2007

Puberto, el adolescente mamerto

Puberto no baila, no baila no, piensa, no baila, de repente un movimiento de pie al ritmo de la percusión, no danza no hay armonía en el pelo de Puberto, noche de gel, conspira su mente contra de repente otro movimiento ahora de dedos un pequeño chasquido una torpeza un movimiento complejo. No hay armonía en el movimiento de dedos de Puberto. Ahora la rodilla, comienza a temblar, ligamentos se estiran en la mente ligada de Puberto, preocupadamente un poco para delante y para atrás para delante y para atrás y el temblor en la ceja alarmada
rápido el ejército de van para allá eliminan la subversión rodilla quieta pero pie en movimiento rodilla en movimiento rodilla quieta hombro comienza a girar nada por hacer batalla perdida en la mente de Puberto mientras espera el colectivo.

jueves, 7 de junio de 2007

Qué hit!!!

Raro, como apagado
bien escondido en la oscuridad
trato, pero no encuentro
mi lugar en esta ciudad

Quieto, como tendido
en un lecho frío y mortal
ó nado, pero me hundo
en una piscina azul de coral

Pero oigan, una sirena
que canta del fondo del mar
Pero oigan es una ballena
que encalló en orillas de sal

Raro, como apagado
a ciegas sin luz interior
Caigo, sigo cayendo
yendo y yendo de mal en peor
Caigo, sigo cayendo
yendo y yendo de mal en peor

Pero oigan una sirena
que canta n´el fondo del mar
Pero oigan, es una ballena
que encalló en orillas de sal

martes, 29 de mayo de 2007

crónica de viaje de trabajo

Primero las vacas camino a Santa Rosa pastando al costado de la ruta camiones autos y cuatro por cuatros y yo siguiendo la raya blanca que no se salga el auto de donde tiene que estar entrando bien a una curva pisando el freno soltando el acelerador y seis horas y el ACA de la entrada a Santa Rosa y unos ñoquis bastante buenos en el restaurant.
En Santa Rosa está José Beyo, pero a veces uno lo confunde con Pedro Bello, aparte es bastante coqueto y se da la viaba como dice mi viejo y me recibió con un abrazo porque es buen tipo y dentro de todo hace las cosas bien y la zona anda bien y no hace falta ir muy seguido salvo por este señor Otiñano o algo así que como es abogado quería buscar la forma de ver algun vericueto o algo es instintivo de los abogados ser así y me hizo ir para reclamar por unos problemas pero quedó conforme con mis explicaciones.

Despues tres horas de ruta otra vez pero ahora de noche y la entrada a Bahía Blanca que es bastante triste y desolada, Bahía es una ciudad que no tiene una buena forma de recibir a quien arriba, menos aún de noche. Jugaba Olimpo y había desvíos y costó un poco más ubicar el centro y el Hotel Bahía en la calle Chiclana. En Bahía están los Montessiari, que son como los Benvenutto pero menos numerosos, como los Cubrepileta pero más reales. El yerno de Montessiari una vez se rompió los dientes cayendose porque cada tanto se desmaya y al día siguiente que se arregló los dientes cayó mareado sobre el videt y se los volvió a romper; es una historia muy triste. Con él tuve que viajar a Puerto Madryn medio por imposición, encima su novia o sea la hija de Montessiari se hizo pasar por mi secretaria y me cambió la habitación simple que había reservado a una doble enchufándome a este sujeto el de los dientes. Por suerte no se me mareó en el baño ni hubo que lamentar muelas caidas y la noche transcurrió con tranquilidad en el hotel Yanko de Madryn. Al día siguiente me deshice sutilmente de él para poder terminar tranquilo mi semana laboral en Puerto Pirámide.

"Y al séptimo día, descansé". Era el quinto día desde que había salido, en realidad, el 25 de mayo. Estaba ya en Puerto Pirámide, destino final del viaje. Ya la noche anterior estaba en pleno feriado con plena disposición de mi tiempo libre y conocí a gente de la Posada Pirámides, muy buena gente, estaba Gladis que tiene historias con orcas y cosas así y estaba Corina que tiene un aire a Nick Cave en los rasgos pero es linda cuando uno la oye hablar, y me invitaron a una fiesta patria en el salón de en frente y estuvo bueno porque había un señor Monteros que cantaba muy bien folklore y tocaba bien la guitarra. Despues llegó la cumbia y me fuí a dormir para descansar. Puerto Pirámides es un pueblo de cuatrocientos habitantes, de los cuales casi el cincuenta por ciento estaban presentes en la fiesta patria, incluído el subcomisario.

El día siguiente me lo tomé para recorrer un poco la península de Valdés. Es una gran estepa donde no hay nada más que guanacos y vegetación supongo estepárea con caminos de ripio que dan finalmente al mar a algunas puntas. En Punta Norte tuve el siguiente diálogo con la del puesto de control:
- Hola, buen día -dije yo, al sentirme la única persona en cien kilómetros a la redonda que se acercaba al lugar y por ello la obligación de saludar.
- Buen día - la señora ahí ya ponía cara de pocos amigos.
- No se puede pasar, no? -mi pregunta fue bastante estúpida, por cuanto había como un vallado que no deja bajar a la playa donde en temporada sabe haber animales pero ahora estaba todo medio vacío y claro, es área protegida.
- No, para hacer playa vaya a Puerto Pirámides.
- No no, no quiero hacer playa, quiero ver animales
- Pero si acá no hay nada- dijo, y ahí se terminó la conversación. A pesar del maltrato y de que tenía razón me quedé un rato observando el paisaje. Allá debajo del acantilado descansaban tres lobos marinos en estado vegetativo y eso era todo.

Al rato continué camino. Pasé por una pinguinera. Yo era el único observador. Pero no habían pinguinos, pasa que en mayo ya se fueron todos, no es época de pinguinaje.

Entonces seguí por el ripio hasta Punta Cantor y ahí me quedé un buen rato contemplando el mar hasta que ví una ballena así que busqué una moneda de un peso la puse en el largavistas automático del mirador y pude verla un poco mas de cerca mientras mostraba la cola hasta que se terminó el minuto del largavistas automático. Punta Cantor tiene más senderos y algunos carteles indicativos, y al estar un buen rato en el lugar me puse a hablar con Natalia la guardafaunas que me invitó con unos mates y con una banana porque le conté que no había almorzado. Buena gente Natalia, resulta que ella vive alla y duerme sola en esa soledad inmensa que es Punta Cantor. Se hizo de noche y me contó historias de fantasmas mientras oscurecía, historias verídicas creo yo, en esos lugares uno siempre cree. Yo le conté que una vez tenía una novia que veía fantasmas y que un día ella desapareció como un fantasma también y dejó mi alma en pena. Con Natalia nos hicimos amigos y me invitó a recolectar basura con ella ahí en la península.

El sábado estuve reunido con una arquitecta que vive en una casa rodante, después visité la vigilia a ver si aparecían ballenas pero no, lo que sí mucho viento y frío y emprendí el regreso. Otra vez la ruta y los pensamientos y los sueños y proyectos esbozados kilómetro a kilómetro. En Río Colorado me metí en un motel a pasar la noche. Y el domingo finalmente llegué a mi casa.

El viaje en estadísticas:
Saldo del viaje: netamente favorable
Noches fuera de mi casa: seis
Número de ballenas avistadas: una
Cantidad de buena gente que conocí: tres

cleg.

sábado, 24 de marzo de 2007

mezcal

Un gusano dentro de una botella sumergido en mezcal me saluda y nada bien muerto en el líquido color raro color mexico color -nada es una forma de decir porque mas bien flota y se mueve en espiral mientras giro la botella de lado a lado y pienso que en parte hoy estamos iguales y floto y me muevo en espiral y siento que encontre un amigo para compartir un trago de mezcal pero claro el gusano invade el vaso invade mi boca invade mi garganta y ocupa mi estomago. Mala forma de arruinar una amistad.

domingo, 18 de marzo de 2007

Las manos de Perón (futurología peronista)

1.
Octubre del año 2010. Stefanelli está nervioso esperando que llame el celular. Aparecieron las manos del General. No sabe bien cómo, lo llamó Morresi y le dijo que a esa hora estuviera ahí, al parecer había quilombo y había que estar alerta. Pasó por Garbarino y por televisión se veían los dos ataúdes del tamaño de una mano llevados con fervor por una multitud en Plaza de Mayo. Los dos féretros eran iguales, ovalados, con una manija de plata a cada costado, demasiado pequeños para todas las manos que trataban de llevarlo. La plaza estaba colmada. Algo malo podía suceder.

- Ahora, Stefanelli -dijo una voz seca en el celular. Stefanelli enfiló hacia Diagonal Norte con paso apurado y la mano apretada en su bolsillo derecho. Cada vez se hacía más dificultoso avanzar. A la entrada de la plaza había dos pantallas gigantes que se aprestaban a mostrar todo el cortejo fúnebre hasta la Quinta de San Vicente. Los cabecillas se disputaban por agarrar las manijas, y preocupados por mantener siempre la mano izquierda del lado izquierdo y la mano derecha del lado derecho, lo cual no era sencillo ya que ambos ataudes eran iguales. Entre el gentío, la figura poco esbelta de Stefanelli se perdía como aguja en un pajar. Cuando más avanzaba veía que las caras iban cambiando y el clima cada vez era más denso. No fué él quien disparó el primer tiro.
Y de repente, el caos. La multitud se transformó en un enjambre de torsos enardecidos, de golpes de puños cerrados, de tiros y sangre y cuerpos pisados. Stefanelli notó que habia perdido el revolver en medio del lío y trató de salir del epicentro de la disputa. Y como una bendición del destino, encontró uno de los pequeños ataúdes en el suelo entre piernas. Lo agarró, lo puso bajo su camisa y atinó a correr aferrando su otra mano al teléfono celular.

- Morresi, la tengo, voy para allá. El pulso de Stefanelli estaba acelerado como pocas veces. Al pasar de nuevo por Garbarino veía ya las noticias en Crónica que ya hablaban de varios muertos y de al menos una persona que había perdido sus manos. Pero no le importaba mucho. Tal vez ese sería su gran dia de una vez por todas. Corrió hasta llegar a un Renault 18 que esperaba en la avenida Alem. Detrás del vidrio polarizado adivinaba la figura de Morresi. En pocos minutos ya estaban en la autopista rumbo al oeste. Las pulsasiones de Stefanelli no habían bajado.

2.
- Stefanelli -dijo Morresi con su voz ronca- vos sos boludo? Mientras, señalaba el ataud abierto. Dentro, se veía una mano ensangrientada, cortada bruscamente, en descomposición. Qué pasa?- dijo Stefanelli. -Que la mano del General son huesos, tienen más de treinta años, esta mano es cuanto mucho de ayer! No ves que tiene sangre? La puta que te parió, no servis para nada Stefanelli! Gordo boludo!
Stefanelli no lo podía creer. De su frente cayó una gota de transpiración. El simplemente vio un ataúd del tamaño de una mano y lo trajo. El celular de Morresi sonó. - La izquierda tiene la dos manos Morresi- le dijo una voz seca del otro lado. -Me entiende Morresi? La izquierda las tiene a las dos y nosotros ninguna. Vaya para San Vicente cuanto antes, hay que recuperarlas y llevarlas nosotros al Mausoleo.

La disputa recién había comenzado. Las manos sagradas del General en manos de la izquierda. Morresi no lo podía creer. Toda una vida entregada a Perón para ésto. Por su cabeza pasaron momentos de consagración, una vida tan peronista. Pero no podía dejarse ganar, desde chico le habían enseñado algo que había dicho el General una vez, algo así como que no había que dejarse vencer, o algo como que nada se ha terminado hasta que se ha terminado, aunque Morresi sospechaba que eso lo había dicho Rocky Balboa. De todas formas estaba tranquilo que el mensaje había llegado. Y estaba dispuesto a dar lo último por recuperar las manos del General. Tal vez no contaba con muchos recursos, Stefanelli tenía pocas neuronas, pero era fiel, eso, era fiel, había que buscar el lado positivo a las cosas.
En un arranque de énfasis, que se notó más que nada en un movimiento ondulatorio de panza, se sacó los anteojos negros y dijo a Stefanelli: -Compañero, vamos a dar pelea, esos putos no nos pueden ganar. Viva Perón carajo!
Los ojos de Stefanelli brillaron como los de un perro al que se da una caricia. Viva Perón carajo! -gritó Stefanelli con voz gutural. - Que vivan las manos de Perón! acotó por último, con una incipiente emoción que recuperaba su espíritu de lucha.


lunes, 12 de marzo de 2007

dunga dengue

Ayer un mosquito de rayas blancas como una zebra de la selva breve y aérea aterrizó sobre mi cintura y antes de que pudiera atinar a aplastarlo la mano de Bernardo me pegó en el blanco dando por muerto al invasor. Al ver lo más detenidamente, ya agonizando o tal vez muerto, noté que en sus finas patas negras tenía pintas blancas. Dengue dengue, pensé. Dunga dunga, oí decir al mosquito en su lecho de muerte, desvariando quizás deseando seguir viviendo maldiciendo al Paraguay por difamar a su especie.
Son días de humedad.
De humedad y agua líquida y mojadez en las ojeras cargadas de un color medio morado y gris oscuro.
De treinta grados centígrados y nubosidad variable y nubes de mosquitos invadiendo la ciudad y pesadez de cuerpos y mentes.
Son días de humedad.

nachop? cleg.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Hoy 7 de marzo de 1826 doy el puntapie inicial a este espacio de meditacion y reflexion sobre la nada y demases pequeñeces que andan dando vuelta por ahi y por alla y por las mentes humanas y de llamas y de breves reptiles y tambien por restos fósiles que además de ser potencialmente petróleo también encierran ideas sepultadas por los siglos de los siglos y eso.Preguntas como: para qué tener un blog? Merece Luis Majul un blog? Existe la vida despues de internet? no serán contestadas ni mucho menos.La intención de este espacio virtual es simplemente dar rienda suelta, to pull the string, una botella al mar cybernético que probablemente nadie encuentre jamás, con mensajes breves y simples, poco pretenciosos, buscando al fin y al cabo un cielo de bits y bytes paralelo a la tormenta nubetica de realidez.
nachop? cleg.