sábado, 24 de marzo de 2007

mezcal

Un gusano dentro de una botella sumergido en mezcal me saluda y nada bien muerto en el líquido color raro color mexico color -nada es una forma de decir porque mas bien flota y se mueve en espiral mientras giro la botella de lado a lado y pienso que en parte hoy estamos iguales y floto y me muevo en espiral y siento que encontre un amigo para compartir un trago de mezcal pero claro el gusano invade el vaso invade mi boca invade mi garganta y ocupa mi estomago. Mala forma de arruinar una amistad.

domingo, 18 de marzo de 2007

Las manos de Perón (futurología peronista)

1.
Octubre del año 2010. Stefanelli está nervioso esperando que llame el celular. Aparecieron las manos del General. No sabe bien cómo, lo llamó Morresi y le dijo que a esa hora estuviera ahí, al parecer había quilombo y había que estar alerta. Pasó por Garbarino y por televisión se veían los dos ataúdes del tamaño de una mano llevados con fervor por una multitud en Plaza de Mayo. Los dos féretros eran iguales, ovalados, con una manija de plata a cada costado, demasiado pequeños para todas las manos que trataban de llevarlo. La plaza estaba colmada. Algo malo podía suceder.

- Ahora, Stefanelli -dijo una voz seca en el celular. Stefanelli enfiló hacia Diagonal Norte con paso apurado y la mano apretada en su bolsillo derecho. Cada vez se hacía más dificultoso avanzar. A la entrada de la plaza había dos pantallas gigantes que se aprestaban a mostrar todo el cortejo fúnebre hasta la Quinta de San Vicente. Los cabecillas se disputaban por agarrar las manijas, y preocupados por mantener siempre la mano izquierda del lado izquierdo y la mano derecha del lado derecho, lo cual no era sencillo ya que ambos ataudes eran iguales. Entre el gentío, la figura poco esbelta de Stefanelli se perdía como aguja en un pajar. Cuando más avanzaba veía que las caras iban cambiando y el clima cada vez era más denso. No fué él quien disparó el primer tiro.
Y de repente, el caos. La multitud se transformó en un enjambre de torsos enardecidos, de golpes de puños cerrados, de tiros y sangre y cuerpos pisados. Stefanelli notó que habia perdido el revolver en medio del lío y trató de salir del epicentro de la disputa. Y como una bendición del destino, encontró uno de los pequeños ataúdes en el suelo entre piernas. Lo agarró, lo puso bajo su camisa y atinó a correr aferrando su otra mano al teléfono celular.

- Morresi, la tengo, voy para allá. El pulso de Stefanelli estaba acelerado como pocas veces. Al pasar de nuevo por Garbarino veía ya las noticias en Crónica que ya hablaban de varios muertos y de al menos una persona que había perdido sus manos. Pero no le importaba mucho. Tal vez ese sería su gran dia de una vez por todas. Corrió hasta llegar a un Renault 18 que esperaba en la avenida Alem. Detrás del vidrio polarizado adivinaba la figura de Morresi. En pocos minutos ya estaban en la autopista rumbo al oeste. Las pulsasiones de Stefanelli no habían bajado.

2.
- Stefanelli -dijo Morresi con su voz ronca- vos sos boludo? Mientras, señalaba el ataud abierto. Dentro, se veía una mano ensangrientada, cortada bruscamente, en descomposición. Qué pasa?- dijo Stefanelli. -Que la mano del General son huesos, tienen más de treinta años, esta mano es cuanto mucho de ayer! No ves que tiene sangre? La puta que te parió, no servis para nada Stefanelli! Gordo boludo!
Stefanelli no lo podía creer. De su frente cayó una gota de transpiración. El simplemente vio un ataúd del tamaño de una mano y lo trajo. El celular de Morresi sonó. - La izquierda tiene la dos manos Morresi- le dijo una voz seca del otro lado. -Me entiende Morresi? La izquierda las tiene a las dos y nosotros ninguna. Vaya para San Vicente cuanto antes, hay que recuperarlas y llevarlas nosotros al Mausoleo.

La disputa recién había comenzado. Las manos sagradas del General en manos de la izquierda. Morresi no lo podía creer. Toda una vida entregada a Perón para ésto. Por su cabeza pasaron momentos de consagración, una vida tan peronista. Pero no podía dejarse ganar, desde chico le habían enseñado algo que había dicho el General una vez, algo así como que no había que dejarse vencer, o algo como que nada se ha terminado hasta que se ha terminado, aunque Morresi sospechaba que eso lo había dicho Rocky Balboa. De todas formas estaba tranquilo que el mensaje había llegado. Y estaba dispuesto a dar lo último por recuperar las manos del General. Tal vez no contaba con muchos recursos, Stefanelli tenía pocas neuronas, pero era fiel, eso, era fiel, había que buscar el lado positivo a las cosas.
En un arranque de énfasis, que se notó más que nada en un movimiento ondulatorio de panza, se sacó los anteojos negros y dijo a Stefanelli: -Compañero, vamos a dar pelea, esos putos no nos pueden ganar. Viva Perón carajo!
Los ojos de Stefanelli brillaron como los de un perro al que se da una caricia. Viva Perón carajo! -gritó Stefanelli con voz gutural. - Que vivan las manos de Perón! acotó por último, con una incipiente emoción que recuperaba su espíritu de lucha.


lunes, 12 de marzo de 2007

dunga dengue

Ayer un mosquito de rayas blancas como una zebra de la selva breve y aérea aterrizó sobre mi cintura y antes de que pudiera atinar a aplastarlo la mano de Bernardo me pegó en el blanco dando por muerto al invasor. Al ver lo más detenidamente, ya agonizando o tal vez muerto, noté que en sus finas patas negras tenía pintas blancas. Dengue dengue, pensé. Dunga dunga, oí decir al mosquito en su lecho de muerte, desvariando quizás deseando seguir viviendo maldiciendo al Paraguay por difamar a su especie.
Son días de humedad.
De humedad y agua líquida y mojadez en las ojeras cargadas de un color medio morado y gris oscuro.
De treinta grados centígrados y nubosidad variable y nubes de mosquitos invadiendo la ciudad y pesadez de cuerpos y mentes.
Son días de humedad.

nachop? cleg.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Hoy 7 de marzo de 1826 doy el puntapie inicial a este espacio de meditacion y reflexion sobre la nada y demases pequeñeces que andan dando vuelta por ahi y por alla y por las mentes humanas y de llamas y de breves reptiles y tambien por restos fósiles que además de ser potencialmente petróleo también encierran ideas sepultadas por los siglos de los siglos y eso.Preguntas como: para qué tener un blog? Merece Luis Majul un blog? Existe la vida despues de internet? no serán contestadas ni mucho menos.La intención de este espacio virtual es simplemente dar rienda suelta, to pull the string, una botella al mar cybernético que probablemente nadie encuentre jamás, con mensajes breves y simples, poco pretenciosos, buscando al fin y al cabo un cielo de bits y bytes paralelo a la tormenta nubetica de realidez.
nachop? cleg.